CERRAR LAS PUERTAS DEL PASADO
Hace poco tomé una decisión que, aunque parecía sencilla, terminó abriendo un capítulo completamente nuevo en mi vida: cerrar las puertas del pasado. Literalmente, lo visualicé. Imaginé dos puertas muy pesadas, de color bronce, cerrándose con fuerza, como si de pronto se sellaran años de recuerdos, heridas y cargas que ya no quería seguir arrastrando ☀️😍
Cuál no sería mi sorpresa cuando, al día siguiente, desde lo más profundo de mi ser comenzaron a emerger emociones que había guardado durante muchísimo tiempo. Eran sensaciones que habían estado ahí, ocultas bajo capas de rutina, ocupaciones y silencios. Y entendí que para cerrar de verdad esas puertas, primero había que sanar 🌿
En ese proceso, algo cambió dentro de mí. Mi percepción sobre algunas personas que forman parte de mi vida se transformó por completo. Me di cuenta de que, durante años, había tolerado comportamientos y actitudes que no estaban bien para mi paz interior. Me puse frente a una especie de balanza interna: por un lado, lo bueno que me aportaban; por otro, lo que me restaban. Y con esa claridad, coloqué a cada uno en el lugar que realmente correspondía para que mi alma estuviera tranquila ❤️
Al mismo tiempo, personas que en algún momento consideré “negativas” se mostraron ante mí de otra manera. Desde este nuevo punto de vista, pude comprenderlas mejor, acercarme a ellas desde la tolerancia y la compasión, y ver que quizás, en el fondo, también llevaban sus propias puertas cerradas y heridas sin sanar ✨💕
Este cierre no fue solo hacia afuera, también fue hacia adentro. Me observé a mí misma con sinceridad y vi lo que necesitaba mejorar, cambiar, abrir… y cerrar. Comprendí que estaba en un periodo de muchísimos cambios, que en el último año mi vida había dado un giro enorme. Y confirmé algo que ya intuía: la vida no es estática. La vida danza, se mueve, nos sube y nos baja, y lo más sabio que podemos hacer es dejarnos llevar por esa marea, escuchando la voz de nuestra alma en lugar de querer controlarlo todo 🤗
En medio de este viaje interior, comenzaron a aparecer preguntas que me removieron 🧚🏻
¿Qué hago aquí?
¿Por qué sigo haciendo algo que, aunque me gusta, sé que me perjudica?
¿Cómo he tolerado tanto tiempo cosas que me disgustan?
¿Por qué no dedico más tiempo a mi autocuidado, a simplemente no hacer nada y disfrutar?
¿Por qué hemos asumido que para ser felices hay que viajar, comer fuera o estar siempre ocupados?
¿Y si lo que mi alma necesita es justamente lo contrario?
Estas preguntas no son un examen que deba aprobar, sino un mapa que me guía hacia mi centro. Me están enseñando a darme permiso para vivir de otra manera, a soltar la idea de lo que “se supone” que debería hacer y, en su lugar, abrazar lo que realmente deseo 🧘🏻♀️
Y todo esto comenzó con una sola decisión:
cerrar las puertas del pasado definitivamente ☀️
Porque como dijo el Papa Francisco:
“Pasado pisado, presente de frente.”
Hoy sé que cerrar no es perder, es abrir espacio para que lleguen nuevas personas, momentos y experiencias que estén en sintonía con quien soy ahora. Es un acto de amor propio, de respeto y de confianza en que lo que viene será mejor.